domingo, 9 de enero de 2011

Primero tomaremos Manhattan... y luego si eso ya nos metemos algo mas fuerte.



Los músicos nunca hemos tenido buena fama. De hecho la hemos tenido muy mala. Siempre se nos ha catalogado junto a gentes de mal vivir. Conducta desordenada, uso de substancias ilegales, dudosa posición económica, y un largo etcétera.
Aunque pudiera parecerlo, en esta época estamos igual. Han cambiado las formas, pero no el fondo. Ya no somos unos arrastrados, sino unos burgueses sospechosos. Ahora estamos en medio de la contienda entre la industria musical y el consumidor final. Me explico...

La industria dice defender nuestros derechos, mimar nuestro trabajo y hacer viable nuestra profesión. Sin ellos somos una especie condenada a la extinción. A cambio nos pide que protejamos sus negocios. Negocios que, por cierto, nunca fueron los nuestros. Sacan como abanderados a cuatro privilegiados que viven (y muy bien) de la música, y pretenden que nos representen a todos los que vivimos (no tan bien... e incluso mal) de nuestra música.

Por otra parte, una inmensa mayoría del público entiende que deberíamos vivir de una serie de fórmulas infalibles (según ellos...) y renunciar a otros modelos de negocio obsoletos. Para ello citan algunos casos de éxito que también pretenden que nos encajen a todos los músicos del planeta.

Por mucho que me esfuerce no veo las cosas tan claras como cualquiera de las dos partes. A menudo me siento en medio de una batalla de la que sólo puedo salir perjudicado. Creo que todas las partes de este conflicto estamos condenadas a entendernos. Nos tocará ceder a todos, movernos de nuestras posiciones y avanzar hacia un punto común. Está claro que la situación actualmente es distinta de lo que era años atrás, y no podemos abordarla con la misma mentalidad, ni con los mismos modelos de negocio que entonces. Pero tampoco podemos pretender que todo el monte es orégano. La inmensa mayoría de los músicos no tenemos una mansión en un paraíso fiscal. No hacemos giras millonarias, ni publicamos discos de ventas internacionales. Igualmente, muchísimos empresarios de este sector trabajan con parámetros de supervivencia muy distantes de los de las cuatro multinacionales. No se puede generalizar, ni meter a todos en el mismo saco.

Me gustaría tratar aquí algunos temas candentes, pero también analizar situaciones de fondo, desde la óptica de aquellos cuya vida profesional está relaccionada con la música (intérpretes, compositores, organizadores de eventos, etc). Son bienvenidas todas las opiniones, sea cual sea su postura, siempre que partan del respeto.

Escucha recomendada: Manhattan (Enrique Morente y Lagartija Nick)

3 comentarios:

  1. Felicidades por el texto, por el blog y por el título de éste, acto seguido, perdón por el peloteo.

    Coincido absolutamente con tu opinión. No se puede generalizar de esa manera, los músicos hacen música y las estrellas del mainstream generalmente no son personas ejemplares en lo referido a sus opiniones (suponiendo que no estén comprados o atados), es una enorme injusticia que se limite a los músicos que prueban de vivir con su talento mediante leyes como las prohibiciones de tocar en la calle, metro, o asociaciones patéticas que sólo les interesa ganar dinero con impuestos ridículos.

    Primero tomemos Manhattan, que ya nos dará guerra.

    Saludos de parte de un músico aficionado!

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  2. Hola Alejandro: gracias por tus halagos!! Como bien dices, estamos rodeados de injusticias, limitaciones e intereses creados. Pero para eso estamos, para dar guerra y pelear por lo que deseamos. Es un placer contar con tu opinión en este blog, y te invito a participar cuando lo desees. Bienvenido.
    Por cierot, el nombre de tu blog es el de una de mis canciones favoritas de Slade (All the world is a stage), y me ha gustado lo que he leído por allí. Me apunto!
    Un abrazo

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  3. Si, por ahora me han gustado los links musicales que has dejado relacionados con la temática y los contenidos, cuando tenga tiempo y ganas probaré de aportar mi granito de arena.

    Hay tanta burocracia y secretismo para ciertas cuestiones que se agradece contar con lugares como este o el blog de José GDF (por eso entré en este lugar) donde poder informarse.

    Me encanta la música de los 70´s, así como una gran parte de la de los 60´s, al menos grupos tópicos, pero no conocía a Slade que ayer estuve youtubeandome y groovesharkeandome y tienen muy buena pinta, no tenía ni idea que hubiese un tema llamado "All the world is a stage", así que gracias por la recomendación!

    Otro abrazo!

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